El Caos es lo que da lugar a la transformacion

 No todo es lo que aparenta ser. Reacciona. No reniegues de tu

 presente, compréndelo. Los errores no existen. Estás en el lugar
 exacto donde tenéis que estar. Nadie te abandonó a la suerte de tu
 destino. Mira en tu interior, sois un alquimista. Tenéis el
 majestuoso poder de transmutar las vibraciones de tu entorno. Vamos,
 con fe. Esto ya lo sabías, recuérdalo. Aviva tu antorcha, sostenla
 bien alto y firme. La existencia quiere que estés allí, en medio del
 caos, para sembrar esperanza.

 En este preciso instante, estás parado en el lugar indicado para
 ayudar a transformar al mundo. ¿No crees en lo que digo? El vaso,
 para llenarse, necesita de todas y cada una de las gotas. Es cierto
 que, en relación con el tamaño del recipiente, un agota parece
 insignificante, pero... ¿qué pasaría si las gotas desistieran de
 sumar? El agua nunca podría derramarse. Somos gotas que damos vida al
 río de la existencia. Nuestro aporte tiene un valor único,
 incalculable.

 ¿Te estás preguntando por qué te envío este mensaje? Te empujo
 para que me actives. Estamos interconectados. Necesito que te muevas,
 para poderme mover. Si iluminas, ilumino. El entramado cósmico es tan
 extenso que genera la sensación de que estamos separados, pero
 nuestras fibras están más que unidas. Cuando ayudas, también te
 estás ayudando. Nos movemos juntos, en un solo movimiento sincrónico
 y perfecto.

 Los trabajos son excusas para plasmar nuestra esencia. Donde quiera
 que estés, suma de manera creativa. Cuanto más difícil el entorno,
 señal de que tienes buena madera. Estás precisamente ahí, en el ojo
 del vendaval, porque saben que sois capaz de aplacar tormentas.

 ¿Por qué pones esa cara, piensas que estas palabras no son para ti?
 ¿Acaso tu trabajo parece insulso, poco trascendente? Ese es el otro
 extremo del desafío. Si nada parece pasar en el lugar donde estás,
 es tu deber transformarlo. Hacer de lo ordinario algo extraordinario,
 es portar la magia seductora de un gran alquimista.

 Vine a tu encuentro, una vez más, por amor. Honro tu esfuerzo.
 Admiro tu entrega. Valoro tu constancia. Que este enorme abrazo
 cristalino, que te brindo desde el alma, te anime a seguir marchando.
 Tenlo siempre presente en tu interior: fuiste convocado a un entorno
 de caos para que brille la calma de tu luz.

 J.A. Pagano

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